Esta receta de babuchas marroquíes es un placer para el paladar y una verdadera explosión de sabores. El crujido del sésamo, el dulce crujiente y la miel, al acariciar el paladar, es una auténtica delicatessen.
Esta deliciosa receta de dulces de sésamo y miel, es bastante sencilla de preparar, aunque un poco laboriosa. Aunque como dicen lo que cuesta sabe mejor. Para que te salgan unos dulces perfectos, debes utilizar la misma cantidad de harina y sésamo. Y luego integrar el resto de ingredientes.
También debemos prestar especial atención a la hora de añadir algunos ingredientes, como el huevo, porque pueden cambiar la textura de este dulce marroquí. Y entonces ya no nos quedará un dulce auténtico.
Estos dulces marroquíes con sésamo y miel son perfectos para tomar con una taza de té, el toque opcional de la almendra tostada realza su delicioso sabor.
Información Nutricional
🥣 Cocina: Marroquí |
Plato: Repostería |
👨🏼🍳 Dificultad: Fácil |
Cocción: 25 min |
Preparación: 15 min |
Raciones: 50 |
Ingredientes
- 250 g. (2 tazas) de semillas de sésamo tostado
- 250 g. (2 tazas) de harina de trigo para todo uso
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de anís en polvo
- 1 cucharadita de canela
- 3 cucharadas de agua de azahar
- 3 cucharadas de aceite de girasol
- 4 g. de levadura o polvo de hornear
- 150 ml. de agua aproximadamente
¿Cómo hacer dulces marroquíes con sésamo y miel?
- Lo primero que vamos a hacer es derretir la mantequilla en el microondas. Cuando esté derretida, dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
- En un bol añadimos los ingredientes secos: harina de trigo, la levadura química, sésamo tostado, la canela y una pizca de sal. Mezclamos con un utensilio de cocina.
- Añadimos ahora la mantequilla derretida que debe estar templada, la yema de huevo y el aceite. Amasamos con las manos hasta que estén todos los ingredientes combinados.
- Añadimos por último, poco a poco, 150 ml de agua hasta conseguir una masa firme pero fácilmente moldeable. Dependiendo del tipo de harina, puede que se necesite más o menos agua.
- Cuando tengamos lista la masa, la estiramos y la dividimos en 3 o 4 porciones iguales. Las envolvemos en papel film transparente y la dejamos reposar 20 o 30 minutos en la nevera.
- Mientras, vamos a poner en un cazo miel a fuego medio, cuando esté caliente, retiramos y añadimos 2 cucharas de agua de azahar o de rosas. Mezclamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
- Pasado el tiempo, Estiramos con un rodillo la masa, dejando unos 2 mm de grosor aproximadamente. Le intentamos dar forma de cuadrado para evitar demasiados restos.
- Cuando esta estirada cortamos tiras de 5 cm en horizontal y luego en vertical, así formaremos cuadrados con la masa.
- Para dar forma a los dulces, cogemos una porción de masa y doblamos los dos ángulos opuestos, los unimos, haciendo una ligera presión con el dedo índice y pulgar. Repetimos con el resto de masa.
- Una vez formados todos los dulces, preparamos una sartén con abundante aceite de girasol a fuego medio. Ponemos la miel en un bol al lado para bañarlos una vez fritos.
- Cuando el aceite esté caliente, añadimos con cuidado los babouches y los freímos hasta que estén dorados.
- Cuando estén listos, los sacamos con una espumadera, quitando la mayor cantidad posible de aceite y los bañamos directamente en la miel templada.
- Una vez bañados los dulces de sésamo y miel, los escurrimos y los situamos en una bandeja para servir, y los decoramos con almendras tostadas (este paso es opcional).
Consejos para hacer dulces marroquíes
- ¿Cómo conservar las dulces de miel y sésamo? Una vez estén totalmente fríos, guárdelos en un recipiente cerrado, en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
La Chebakia y los Babouches marroquíes, tienen un enorme parecido, el primero en su elaboración y el segundo incluso en su forma, con el pestiño cristiano. Al parecer, los tres dulces se vienen haciendo desde hace siglos, arrancando en la cultura andalusí de España. Los dos marroquíes se consumen durante las roturas del ayuno, al caer el sol durante el Ramadán y el pestiño cristiano tiene su mayor consumo durante las vísperas de la Semana Santa, la época que los cristianos llamamos la Cuaresma. Los tres podrían tener un origen hebreo en esa zona de España.